Testimonio
Has vivido entonces las llamas del infierno.
Incluso podrías decir cómo son: verdaderas,
Afiladas en garfios agudos que desgarran la carne
Pedazo a pedazo, golpeando el hueso. Ibas por la calle
Y se cumplía la ejecución, ensangrentando el látigo.
Lo recuerdas, por eso no dudas. El infierno existe.
(1975)
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