Para Pablo, que vino mal barajado pero dijo “quiero”
Ahora ladeando esta necesidad absoluta de alegría,
Tan solo quedan mis palabras,
Último reducto construído a cada instante.
Lléselas hijo, para que no tiemblen
Cuando preguntes
Por la ausencia
Fusilada sin acuse.
(Fragmento, 1967)
No hay comentarios:
Publicar un comentario