lunes, 19 de agosto de 2013

I

I

Tal vez una mañana caminando bajo un aire de vidrio
Árido, volviéndome, veré hacerse el milagro:
La nada a mis espaldas, el vacío detrás
De mí, con terror de borracho.

Luego, como en una pantalla, se detendrán de pronto
Colinas, casas, árboles para el común engaño.
Pero será muy tarde, y yo me iré callado
En medio de los hombres que no se vuelven, con mi secreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario